Acetre - Concierto en Badajoz (18/10/2007)
Los hechos tuvieron lugar en el Teatro López de Ayala, en la gran ciudad. “Bah, aquí sólo habrá cuatro viejos…”, pensaba yo, mientras bajaba la Avenida de Europa. Pero mi opinión cambió nada más girar la esquina. “Chacho, vamos a arremeternos, que aquí hay más peña que en la guerra”. Y así fue cómo empezamos a abrirnos paso entre la gente y conseguimos entrar.
Ya en el interior del edificio, mientras buscábamos nuestros asientos en el anfiteatro (primero tuvimos que encontrar el anfiteatro), mi sutil acompañante y yo iniciamos una discusión sobre qué temas antiguos iban a tocar: El paso del zajorí, Barrunto,...
Nueve de la noche. Comenzó el espectáculo. Los temas de su nuevo disco Dehesario fueron sonando uno a continuación de otro. No había tregua. Consiguieron hacer bailar a todo el teatro. Tocaron, animaron, bailaron (sobre todo el del clarinete, que poco tenía que envidiar al guitarrista de Pink Floyd: el tío se movía como si tuviera una culebra en los pantalones).
Cuando ya pensaba que no podía disfrutar más, empezó a sonar mi querida “Fiesta de los ratiños”. Fue el clímax de la actuación. Me falto muy poco para gritar: ¡Que bote el López! ¡Que bote el López! La gente gritaba y aclamaba. Casi cinco minutos seguidos de aplausos. Impresionante.
Once y media de la noche. Salimos del teatro. Estábamos exhaustos, afónicos, felices. Felices por ser extremeños.